Desde finales del siglo ix tenemos ya constancia de la actual Alhama, que en árabe significa manantial de agua caliente y que toma su nombre de los baños termales descubiertos por los romanos. En esta época la población se ubica ya en la loma que domina los tajos del río que protegen su flanco este. Se fortifican los lados más vulnerables y se erige la antigua alcazaba, hoy desaparecida. Alhama alcanzó su máxima trascendencia histórica durante el periodo de plaza fuerte del reino nazarí de Granada, Baja Edad Media, la ciudad experimentó un gran auge comercial, económico y urbanístico, que la hicieron convertirse en una de las perlas más valiosas del Reino de Granada y, también, en una de las piezas más codiciadas para los ejércitos comandados por los Reyes Católicos.
Con más de media hora de retraso se llegó a Alhama. Una vez en la entrada, y después de ciertas vicisitudes , ¡por fin!, contactamos con el guía y entre pitos y flautas, la visita empezó con una hora de retraso.
Construido entre los siglos XVI y XVII en una mezcla de estilos que van del sobrio clasicismo manierista al barroco más recargado.
Fue un antiguo convento de las Carmelitas Descalzas y sus capillas fueron lugar de enterramiento de las familias de la aristocracia alhameña. El templo es de planta rectangular, con techo de armadura de madera, capillas laterales y cúpula sobre el crucero decorada con pinturas al fresco. Sobre sus portadas campean los escudos de la nobleza de Alhama. Particular interés revisten el camarín de la Virgen, detrás del altar mayor, y la capilla de Jesús Nazareno, típicas realizaciones del barroco churrigueresco granadino del siglo XVIII.
Mazmorras. Estas dos cavidades de forma redondeada se encuentran excavadas en las mismas paredes rocosas del tajo. Se construyeron durante la dominación nazarí, en el siglo XIII, y miden alrededor de 5 metros de alto y 9 de diámetro. Su principal propósito era almacenar cereales, tanto por musulmanes como, posteriormente, por cristianos. Sin embargo, durante las batallas se convirtieron en cárceles para los prisioneros.
Se pueden visitar, gracias a los accesos realizados en el siglo XIX. De hecho, se celebran pequeños eventos en su interior.
Iglesia de las Angustias
Esta preciosa iglesia en ruinas es otro de los rincones más bonitos y sorprendentes de Alhama de Granada. Construida en el siglo XVII, era de estilo barroco. Fue una de las grandes perjudicadas por diversos hechos históricos, como la desamortización, la llegada de las tropas napoleónicas a la zona, el terremoto de las Navidades de 1884, la Guerra Civil, etc.
Sólo permanecen en pie algunas partes, como su cúpula; pero otras, como la nave central, están totalmente derruidas. Obviamente no se puede visitar, pero desde fuera podemos contemplarla e imaginar lo bonita que fue en su día.
En pleno casco histórico nos encontramos con este imponente templo gótico, uno de los mejores sitios que ver en Alhama de Granada. Fue levantada entre los siglos XV y XVI, sobre los restos de la antigua mezquita mayor.
A lo largo de los siglos se fueron añadiendo elementos, como la torre o algunas capillas. Incluso en el siglo XVIII se construyó una nueva sacristía, a la que se llega a través de una crujía que pasa por encima de la Calle Baja Iglesia, creando un pasadizo.
Junto a ella encontramos la Fuente de los Reyes Católicos, la Casa de la Inquisición y la antigua cárcel de Alhama.
En esta actividad participaron 42 personas entre socios y amigos de Harca. Después surgieron más contratiempos, que no voy a enumerar porque ya todos lo saben. Menos mal que a mí siempre me quedará Felipe II: "Yo no mandé a mi Armada a luchar contra los elementos"
La realidad es cómo cada uno la percibe, y esto no merma un ápice para seguir embarcado en esta aventura.
Crónica y fotos: Juan Duarte Berrocal.
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