CURIOSIDADES DE NUESTROS TEMPLOS. 2ª PARTE.
Fue el Marqués
Pedro Andrés Ramírez de Guzmán el que consiguió que la Orden de Capuchinos fundara un
convento en Ardales, antes incluso de fundarlo en Sevilla, con lo que se convirtió
nuestro pueblo en el único de España tan pequeño y con un convento de frailes
capuchinos en el municipio.
La primera
piedra de la edificación se puso en 1627 y justo tres años después se terminó
la obra del templo. Durante esos tres años, seis frailes, enviados a Ardales
desde un primer momento, estuvieron viviendo en unas condiciones lamentables en
la ermita de Belén, pues la humedad del río y los mosquitos les hacían muy
penosa la estancia. Pero, una vez terminada la capilla, los frailes pudieron
venir a instalarse aquí y continuaron las obras del resto de la edificación: lo
que conocemos hoy como los salones del convento, en donde estaban las celdas de
los hermanos, la sala capitular, el refectorio, etc…, más las propiedades
aledañas que también pertenecían al mismo recinto, una bodega subterránea y el
huerto, que ocupaba toda la parte baja que llega hasta la conocida por todos
como piscina de Campano.
Habiendo
sido derribada para esta nueva construcción una vieja ermita llamada de San
Sebastián, se supone que pasó ese nombre de boca en boca y así se conocía
popularmente el Convento, quedando desconocido para todos el nombre que se le
designó en su fundación: Convento de la Soberana Emperatriz
del Cielo María Santísima Reina de los Ángeles en el Misterio de su
Purificación.
Por
lo demás, lo único del pueblo que tomó algo del convento fue la calle que
bajaba del ayuntamiento y que, en honor al fundador de la orden (los capuchinos
son franciscanos), fue llamada de San Francisco, pero más adelante se le empezó
a llamar la calle de Los Carros y así la conocemos hasta hoy.
A destacar de los frailes que
vivieron aquí y de los que eran naturales de Ardales, durante los doscientos
años que la orden duró en el pueblo, están muchas curiosidades. La primera; podríamos
decir que Ardales ha sido la localidad número uno de todo el mundo que ha dado
más Provinciales a la orden y en ella fueron muy notables Fray Felipe María de
Ardales, sobrino del cura que está enterrado en la iglesia, Fray Guillermo de
Ardales, Fray Serafín de Ardales…
Muy conocido
aquí es el Beato Fray diego José de Cádiz, que era muy famoso, muy virtuoso.
Muchos enfermos lo hacían llamar en sus últimas horas para que los consolara y
acompañara. Además, se le atribuye el milagro de bilocación, es decir, de estar
en dos sitios a la vez, al haber ido a Álora a acompañar a una mujer que estaba
muy enferma y sin embargo, en ningún momento faltó de Ardales.
Pero sin duda,
el más conocido por todos es Fray Juan Bautista de Ardales, que vivió entre
1880 y 1963. Su nombre antes de entrar en la orden era Manuel Zurita Carvajal.
Muchas personas de nuestro pueblo han tenido relación con él y pueden contarnos
bellas y curiosas historias y anécdotas relacionadas con este entrañable
ardaleño.
Otra curiosidad es la de que fue
un ardaleño, Fray Jerónimo de Ardales, el que fue a confesar al General
Torrijos y sus compañeros antes de ser fusilados en las playas de Málaga, en
1835.
Y hasta entonces estuvieron los
monjes viviendo en el convento de Ardales, pues en ese año, la reina regente
María Cristina firmó decretos de exclaustración por los que los conventos con
menos de quince hermanos debían cerrarse, y pretendían que estos hombres
trabajaran y fueran rentables para el estado.
Durante todo
el tiempo en que la orden franciscana estuvo en nuestro convento, la familia
del marqués que los hizo traer aquí, se encargó de suministrar a los monjes
vino, aceite, cera y trigo.
Fotos y crónica: Margarita Bravo Berrocal.
1 comentario:
Yo soy Pedro Mañas Viñas, vivo en Montcada i Reixac (Barcelona). Tengo 79 años y tengo muy bellos recuerdos del convento de Ardales y de Fray Juan. Fuí el hijo del comandante de puesto don Antonio Mañas. Recuerdo que entonces lo que fué convento propiamente estaba en ruinas. Para subir al coro a cantar, cuyo organista era juez de paz, teníamos que subir una escalera sin escalones y una serie de habitáculos conjuntos, todos abandonados. Poco antes de venirnos a Cataluña ya se hablaba de su reforma. Veo que al final quedó muy bonito por las fotos que veo.Me alegro porque eran dependencias abandonadas inútilmente.
Recuerdo que en una de nuestras "travesuras" de niño nos subimos a la bóveda desde donde se veía el templo (con riesgo de que se hubiera venido abajo. Dios no lo quiso.)
El mes de mayo íbamos "con flores a María. (Este mes ya toca acordarse de Nuestra Señora)
Con Don Francisco íbamos los chavales con nuestras túnicas blancas, calcetines blancos y sandalias y ayudábamos en la Santa Misa.
Total, muchas vivencias que hay para escribir un rato.
Sólo quiero desde aquí saludar a mis amigos, si viven, ardaleños: Yo soy Pedrin. (Así me conocían) Sacerdotes que conocí: Don Francisco Colchero León, que luego fué a Fuentes de Andalucia (Sevilla), Don Vicente Cera Silva (Luego rector del Seminario Menor de Sanlúcar de Barrameda) Allí estuve yo dos años. Ambos ya fallecidos (q.e.p.d.)
Hay mucho más que contar. Si alguién me recuerda puede escribirme a : filomusical@hotmail.com o uasap 626964288.
Publicar un comentario