miércoles, 1 de junio de 2011

***VELADA POÉTICA***




El pasado 21 de mayo, Harca en su vertiente cultural organizó entre sus socios una velada poética. El Lugar elegido, gracias al ofrecimiento de nuestros amigos Rafael Alix e Isabel Pozo, fue el legendario KON TIKI, antiguo restaurante en donde la rumorologia de la época aderezada con la imaginación, propagaba la historia de que en aquella escondida zona del pantano, las extranjeras se bañaban en top-les, todo un hito se se piensa que era a principios de la década de los años 70, realidad o ficción el Kon-tiki durante mucho tiempo se asoció con el morbo erótico de bellezas vikingas mostrando sus cuerpos al sol.
Pues en ese marco tan singular y bonito, todos cuantos quisieron desnudaron algo más difícil que el cuerpo, !sus almas!, porque se fue más allá de leer textos o poesías favoritas, ya que atraves de estas se mostraron sentimientos muy profundos, vivencias y emociones personales que brotaban del corazón.


Y compartir esto entre tanta gente,(nos reunimos 35 personas), no es tan fácil, aunque cada vez lo es más por el ambiente entrañable y familiar que estamos creando. Hubo también un tiempo para esbozar la sonriza o la carcajada abierta con los poemas infantiles de Paula y Laura, o la elección de Pedro para recitar a Baudelaire, con el desenfado de la niñez.
Añadir que la lectura se hizo sobre un fondo musical escogido por Araceli, con muy buen gusto por cierto, igual que la selección poética de todos los participantes. el sitio en sí, la caída de la tarde, la atmósfera que creamos, hacia que todo adquiera una belleza sin rival y no me cabe la menor duda que no estuvimos sólo, que alli ocultos bajo las sombras de los pinos, en las primeras estrellas del firmamento o emergiendo de las profundidades del pantano, vagaban acompañandonos en la velada, los espíritus inmortales de Becquer, Neruda, San Agustin, Espronceda, Baudelaire, Machado y todos cuantos se recordó por su poesía siempre viva.
Después de alimentar nuestras almas, alimentamos nuestros cuerpos, pero eso es otra historia.















Fotos: Francisco Berrocal.
Crónica: Juan Duarte.