sábado, 12 de noviembre de 2016

وقائع من الطريق في العصور الوسطى -Cronica de la ruta medieval




El pasado domingo 6 de noviembre Harca organizó su última actividad al aire libre de este año 2016, y lo hizo con una ruta guiada por nuestro amigo y cronista de la villa de Ardales, Paco Ortíz, con el que fuimos recorriendo una parte del patrimonio medieval de nuestro pueblo. A las 9 de la mañana puntualmente, en este aspecto estamos progresando adecuadamente,nos reunimos en la plazoleta de la iglesia, para visitar el castillo y empezar a escuchar a Paco deleitándonos con las historias y las anécdotas que alberga la peña y sus murallas.El frío de la mañana propio a estas alturas del otoño, nos hizo buscar los respaldos y allí al amparo de los tibios rayos de sol, nos embelesamos imaginándonos como sería la toma de sajrat Hardaris (la peña de Ardales) por las huestes de Omar ibn Hafsún, al representante del emirato cordobés al-Tayubí, al que había arrojado de Bobastro, tras quedarse para él a la manceba de este, y como siglos más tarde el castillo se convirtió junto con el de Turón en frontera entre el reino de Castilla y el reino nazarí de Granada, con continuas permutas entre uno y otro bando, para acabar convertido en un cementerio que estuvo en uso hasta el año 1920 del pasado siglo. También nos reímos mucho con el episodio del esqueleto del cura y los botones de nácar y esto nada más que había hecho empezar. Ardales abajo aún estaba desperezándose.




Subir la pendiente del Calvario nos hizo entrar en calor, pero antes estuvimos viendo y siguiendo las explicaciones de Paco de los restos de la antigua Tajea, que una vez que dejó de usarse se aprovecharon sus muros para construir algunas casas.Ya en la ermita del Calvario levantado sobre las ruinas de un antiguo morabito de algún santón musulmán, se nos unieron el matrimonio formado por María Gorlav y José Manuel Pin, por lo que el número de participantes alcanzó los 27.






 Se continuó la ruta siguiendo el tramo de la antigua Tajea por donde transcurría el agua del Nacimiento, y en el que se aprecian todavía algunos trozos. Data su construcción del periodo almoraví y estuvo funcionando, hasta pasada la Guerra Civil, que ya se abandonó debido a los desperfectos sufridos y lo dificultoso que resultaba su conservación. Transcurre la senda por una suave pendiente apenas perceptible que termina en el acueducto que se levantó para salvar el arroyo de la Torre. Pese a los siglos que han pasado, se conserva medianamente bien, aunque se han desprendido algunos trozos, pero ahí está dando testimonio de una época en que en estas tierras se rezaba a Alá.








 El siguiente hito, con parada incluida para repostar y beber del agua de su fuente, fue en el Huerto Mingo, donde Paco aprovechó para contarnos que familia construyó la casa y la alberca y algo de sus propietarios. Una vereda nos condujo a la carretera de El Burgo y en la fuente que está al lado de la antigua escombrera hicimos la última parada, y desde allí a Ardales para almorzar. Una ruta muy sencilla y gratificante, que Paco con sus explicaciones ha hecho muy amena y divertida, y en donde hemos aprendido un poco más de nuestro rico patrimonio. En una buena primavera se hubiera alcanzado la excelencia, muy recomendable hacerla en esta época.¡Todo se andará! PD: Aunque se hace rogar, algunas veces lo arrancamos de sus libros y Paco vuelve ha hacernos revivir la historia. ¡Todo un lujo para Harca, que sea uno de los nuestros!

Crónica y fotos: Juan Duarte. Video: Tere Paz.