jueves, 23 de julio de 2015

*CRÓNICA DE NOCHES EN EL PUERTO MAYORDOMO*


 CRÓNICA DE NOCHES EN EL PUERTO MAYORDOMO: Se está distinguiendo este verano de 2015 por las temperaturas tan altas que se están alcanzando,así que más calidez a añadir al de ya por si cálido entorno de Harca. Esta actividad estaba programada para el mes de agosto, pero las circunstancias han hecho que se adelante al 18 de julio. A partir de las 8 de la tarde empezaron a aparecer los primeros amigos de Harca por el Puerto Mayordomo.Ya estaban las sillas y mesas dispuestas en la explanada a la sombra de la buganvilia, y todo en perfecto estado de revista marca de la casa Paqui. Este año se iba a servir una cena de mar, que indudablemente tenía el toque especial de Juan Manuel, sin olvidarnos de la aportación de José Manuel y María, de Antonio y de todos los que hacen posible con su colaboración y asistencia todos estos eventos.
 Tras el alimento del cuerpo nos preparamos para satisfacer los del alma, y esta noche teníamos una invitada especial: Gema, a la que muchos íbamos a escuchar cantar por primera vez, con la expectativa de las buenas criticas que le precedían y que comentaban la buena voz que tenía.
 La presentación de la actuación corrió de mi cuenta, leyendo un texto previamente escrito que decía así: "Socios y amigos de Harca; ante todo sed bienvenidos a un certamen más, de lo que a partir de ahora vamos a denominar: Noches en el Puerto Mayordomo. Con este evento pretendemos un doble objetivo; el primero es satisfacer las necesidades del cuerpo en su vertiente culinaria con una cena de amistad compartida, en donde degustaremos los exquisitos platos que habrán elaborado el magnifico personal de cocina que tenemos en el activo de Harca. El segundo objetivo, tan importante y necesario como el primero, es alimentar el espíritu, y esto se consigue de muchas y variadas formas, con la premisa de que se convulsionen las fibras más sensibles del alma, y para ese reto esta noche Harca ha invitado a una chica joven, que desde una edad temprana se ha empapado y ha sabido captar toda la belleza y el sentimiento de la música bien hecha. La naturaleza la ha dotado de una bonita voz, y si a eso se le une la pasión por una amplia gama de estilos y compositores, ya tenemos el cóctel perfecto para ser deleitados por ella bajo la noche clara. Desde los umbrales del castillo milenario, cobijada bajo su sombra, llega para seducirnos con su voz y para atraparnos por sus sueños: la magia y el embrujo de Gema.




Acompañada de su guitarra, fue abrir la boca y sonar los primeros acordes, para cautivar a todos los presentes, que quedaron extasiados por semejante hechizo. Gema fue desgranado temas de Amaral, Efecto Mariposa, Fito y Fitipaldi y otros con un denominador común; eran canciones de un elevado tono melancólico y romántico, que llevo al público a escucharla con atenta y serena atención. Todo un regalo para los oídos, en una noche clara y limpia al que se sumaron las estrellas bailando en el firmamento.  
Texto: Juan Duarte Berrocal
Fotografías : Juan Duarte y Francisco Berrocal Gomez.

sábado, 11 de julio de 2015

HARCA CENA DE MAR.

El próximo sábado 18 de julio de 2015 Harca organiza una cena de mar en el puerto Mayordomo. Será a partir de las 8 de la tarde. Después tendremos una velada bajo la noche clara, que será amenizada por la esplendida voz acompañada de su guitarra de Gema, que seguro nos va a deleitar a todos. Los socios que vayan a asistir al evento deberán comunicarlo antes del 16 de julio, para organizar bien la cena, y si alguno quiere invitar a alguien que no este asociado a Harca deberá abonar 10 euros, y por supuesto avisarlo. ¡Os esperamos¡

CRONICA DEL BAÑO EN EL CHARCO LA OLLA.





Crónicas del Charco de la Olla. El sábado pasado, (4 de julio) fuimos al charco de la Olla a la caida de la tarde. Nos estábamos bañando entre peces pequeños en un lugar del río Turón, rodeados de adelfas, árboles, una gran piedra, donde podías tirarte y la compañía de mi padre, mi tío y otros amigos de Harca. ¡Me lo pasé muy bien!, porque me sentía como un pájaro volando por las rocas. además el contacto de la naturaleza me relaja y me hace sentir libre, fuera de la rutina. Comimos al lado del río y las ranas estaban croando, los murciélagos cazando y sobre todo se veían Júpiter y Venus. Por José Manuel Torres Bravo, (9 años).





En esta ruta/baño/ cena al charco de la Olla, empezamos desde la Esquina de los Herreros 8 personas. Llegamos al Charco y allí se nos unieron dos más. Empezamos con los baños, las fotos y..... por supuesto nos tiramos de la piedra. Llegó la hora de cenar, sobre las 22:00. Entonces escuchamos la mejor banda sonora del mundo: las ranas. Y esto fue todo. Por Francisco Berrocal Rúiz , (9 años).

Las crónicas son la visión de dos niños, que ahora contemplan los acontecimientos con los ojos de la cara, de una forma sencilla y directa con el vocabulario propio de la edad. Pero sin darse cuenta ya han sido impregnados en su mente de una vivencia, que a medida que pase el tiempo, y cuando sean adultos recordaran gratamente, y una experiencia tan sencilla cobrará dimensiones inesperadas por que la memoria ya estará viendo a través de los ojos del alma, y el rumor del río, el croar de las ranas, el olor a mastuerzo o menta acuática los llevará a un tiempo que ya habrá quedado atrás perdido en el reino de la infancia.

Fotos: Juan Duarte Berrocal y Francisco Berrocal Gomez.

CHARCO DE LA OLLA 2015

El próximo sábado 4 de julio Harca organiza el ya tradicional baño en el Charco la Olla. La salida se hará desde la Esquina de los Herreros a las 7 de la tarde. Se deberá ir provisto de agua y comida, ya que cenaremos en la orilla del río iluminados con la luz del ocaso , acompañados del rumor del agua y del croar de las ranas en una noche de verano. ¡Os esperamos!.

CRONICA DE LA VISITA A LAS ENTRAÑAS DEL PANTANO.

El pantano no deja de ser un lugar apacible muy conocido y disfrutado por ardaleños y visitantes. Sin embargo, existe un mundo subterráneo del que depende en gran medida la vida del embalse que vemos, al que no todos tienen acceso: se trata de las entrañas, del entramado de túneles, máquinas y oficinas desde los que se asegura el buen funcionamiento del sistema que hace posible que el agua retenida en las presas pueda generar electricidad y llegue a multitud de huertas y hogares de la provincia.
      Gracias a Luis Hidalgo Rengel,                                                 de la Confederación Hidrográfica del Guadalhorce-Guadalteba, treinta y cuatro socios de Harca tuvimos el privilegio de visitar y conocer de primera mano el trabajo ingente que supuso la construcción de los embalses y la labor continuada de modernización y perfeccionamiento del proyecto inicial para salvar los múltiples escollos que a lo largo de los años han ido apareciendo en una obra de tal envergadura. Y todo en aras de la seguridad y del correcto abastecimiento a la población.
      No es este el lugar para reproducir la exhaustiva información que nos suministró nuestro guía. Únicamente recojo algunos apuntes de los que más nos llamó la atención. En primer lugar la diferencia estética entre la presa del Conde Gualhorce (en honor al ingeniero Rafael Benjumea) y la del Gualhorce. Aquella totalmente integrada en el paisaje, nos transporta a un ambiente de cuentos de hadas al que la Naturaleza y el agua se encargan de añadir su toque personal. Es una muestra de que la tecnología y el progreso no están reñidos con la belleza.
La segunda, por el contrario, da la impresión de ser el mordisco feroz de un gigante a la montaña.


La visita comenzó en el centro neurálgico de las presas, en las oficinas donde se registran todas las incidencias diarias que puedan ocurrir, las mediciones de salinidad, las cantidades de agua consumidas, el correcto funcionamiento de todas las máquinas que sustentan el proceso.

Luego nos introdujimos en los túneles desde donde se accede a todo el engranaje del sistema. Mejor no pensar en ese momento la ingente cantidad de tierra y agua que teníamos sobre nuestras cabeza.

A uno de los niveles se accede a través de una empinada escalerilla. Alguien contó los escalones. En total rondaban los 400.

















Terminado el paseo subterráneo, nos dirigimos a la presa del Conde de Guadalhorce y nos deleitamos con los caprichos que la naturaleza ha ido dibujando en las construcciones humanas. 




Para acabar, pudimos admirar las magníficas vistas que se abren desde el mirador de la Casa del Ingeniero, antes de dar buena cuenta de un opíparo almuerzo en el restaurante El Kiosko.
Una vez más nuestro agradecimiento más sincero a Luis por habernos acompañado y enseñado tanto en esta original excursión a los pantanos de Ardales, que nos ha hecho valorar en su justa medida el valor de nuestro paisaje y la importancia de los trabajadores que como él, hacen posible que los embalses sigan cumpliendo la función para la que fueron construidos.

                                         Mª Isabel Duarte Berrocal