SUBIDA AL CERRO DE LOS AZULEJOS.
Hoy 28 de febrero de 2021, día de Andalucía, hemos iniciado con HARCA la nueva temporada de actividades. Y la verdad, es que había muchas ganas de volver a reencontrarnos al aire libre y de fundirnos con la naturaleza en la que ya van apareciendo los primores brotes que auguran que la primavera ya está próxima.Han sido más de cuatro meses sin apenas vernos, sin poder compartir caminos ardaleños. Hemos estado casi enclaustrados, rodeados de sombras y con la amenaza del bichito sobrevolando nuestras cabezas. Pero cómo un rayo de esperanza, al final del túnel se vislumbra un pequeño halo de luz. En esta vida todo termina, tanto lo bueno, cómo lo malo.
Esta mañana a las 9, todas las personas que íbamos a participar de esta ruta senderista, nos citamos en la Esquina de los Herreros, para ir con nuestros coches hasta la Alamedilla. Desde donde se dieron los primeros pasos del camino. Un otoño y un invierno generoso en lluvias han vestido nuestros campos de un verde intenso. Aunque la mañana estaba encapotada y soplaba el levante con cierta fuerza, esto no ha sido impedimento para disfrutar de una jornada en la que nos hemos sentido muy bien.
De las 13 personas que iniciamos la ruta, al final la hemos completado 11, ya que Marí Angeles, tuvo un percance en un tobillo y ya no pudo continuar, por lo que Antonio se la llevó en su coche para que la viera un médico. Aunque la coronación al cerro del Azulejo, no todas lo hicieron, pero se quedaron muy cerca, por lo que tuvieron la oportunidad con el majestuoso paisaje que se divisa desde aquella altitud.
La cumbre del cerro del Azulejo está a 680 metros del nivel del mar y desde allí se puede ver Ardales, Cañete la Real, Teba, los embalses del Conde de Guadalhorce, la sierra de alcaparain, la de la Huma, la mesa de Villaverde, el paraje de las Viñas.....
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El trazado que hemos realizado ha sido semi-circular, con un recorrido de unos 11 kilómetros. A la una de la tarde ya estábamos en la Alamedilla, ebrios de naturaleza, lo que equivale a vida. Una vez más lo hemos hecho posible, y así seguirá siendo mientras el cielo nos sea benigno.
Crónica y Fotos: Juan Duarte Berrocal
