sábado, 22 de octubre de 2011

CRONICA. Senderismo El Gaitanejo. Tajos del Almorchón.

La mañana se presentó con las características propias de la estación otoñal en la que nos encontramos. El punto inicial de partida de la ruta, se iniciaba atravesando el túnel situado al lado del restaurante "El kiosco".

Para la caminata nos congregamos 37 personas, la mayoría miembros de Harca y algunos que aunque no lo son participan esporádicamente de nuestras actividades.


Los primeros tramos del trayecto transcurrían de forma descendente paralelo al río Guadalhorce, al que ya se le unían las aguas de los tres embalses. Pudimos ver las casas cuevas de Farraya, que antaño estuvieron habitadas, y en donde nuestra amiga Silvia en fecha reciente pernoctó más de una noche.

Más adelante y al otro lado del río, el arco visigodo, (formación caprichosa labrada por las aguas en la piedra caliza) nos contemplaba.
La Central eléctrica del Gaitanejo nos anunciaba que habíamos llegado a la Presa del mismo nombre, desde allí y absorbidos por la naturaleza viva...


... anduvimos los últimos metros para apostarnos en la puerta del desfiladero de los Gaitanes con su emblemático caminito del Rey, del cual existe un proyecto para ser reparado y abierto a los visitantes.

La senda ya de forma ascendente, nos dirigió hacia los Tajos del Almorchón. El pico del Convento como guardián impertérrito vigilaba nuestros pasos. En el horizonte, las compuertas del pantano del Guadalhorce y en nuestro espíritu las ansias por alcanzar una meta más
Arriba la panorámica era sobrecogedora, teníamos un lugar privilegiado a vista de buitre (en las paredes rocosas anidan estos carroñeros) sobre los recortados tajos, en donde el vértigo y la belleza se dan la mano.
Desplegada al viento que allí soplaba con fuerza, desplegamos nuestra bandera, nos echamos las fotos de rigor y emprendimos el camino de vuelta. Para terminar atravesando el pequeño túnel peatonal que nos llevaría al punto de partida. Según Alfonso cronometrador oficial, en total habíamos andado 9600 metros.

La jornada terminó en el Camping Parque Ardales, en donde hicimos una barbacoa y a la se agregaron más gente nuestra, hasta alcanzar el número de 60. Y con esto se puso fin a las actividades senderistas de 2011.





Crónica y fotos: Juan Duarte.

sábado, 8 de octubre de 2011

SENDERISMO. EL GAITANEJO-TAJOS DEL ALMORCHON.

Domingo, 16 de octubre de 2011, senderismo a El Gaitanejo-Tajos del Almorchón, salida desde donde siempre, a las 9 de la mañana. Una vez finalizada la ruta, nos iremos al Camping "Parque Ardales", y haremos una barbacoa para los socios. Las personas que no pertenezcan a la asociación si se quedan para la comida deberan abonar 10 €. Es importante confirmación de asistencia para calcular la intendencia.
La ruta es de dificultad baja y tiene un recorrido entre 5 y 6 kms. Suficientes para hacer ganas de comer.

CRONICA DE ACINIPO, SETENIL Y OLVERA.

Domingo, 2 de octubre de 2011

Primera salida otoñal de Harca con dos destinos: Acinipo y Setenil. Salimos del lugar de siempre con el fresquito propio de estos días otoñales en Ardales. El trayecto en coche sin novedad. Al llegar a la ciudad romana de Acinipo nos golpeó el viento frio propio de aquellos lares, pero la caminata en cuesta nos fue confortando.
Pese a que nuestro guía oficial (Paco Ortiz) insistió una y otra vez en que él no era experto en historia romana, sus explicaciones nos ayudaron a darle sentido a aquel cúmulo de piedras esparcidas a lo largo y ancho de lo que en su día fue una importante ciudad romana.

Lo más impresionante fue el teatro, que ha sobrevivido a la mano del hombre y al desgaste implacable de los tiempos. Ante aquel imponente escenario no cabía más que exclamar imitando al poeta Rodrigo Caro ante las ruinas de Itálica: "Estos que veis aquí, mustios collados fueron un tiempo Acinipo famosa".




Nos dirigimos a Setenil de las Bodegas a continuación, a descubrir otro escenario no menos sorprendente: el río, siguiendo su corriente imparable hasta el mar, día a día, gota a gota esculpió el recipiente que miles de años después albergaría las viviendas de este pintoresco y original lugar: son las casas-cueva de Setenil. El río, que este día era más bien riachuelo, seguía allí esperando las lluvias del otoño para creer de nuevo, nunca ya tanto como en aquellos tiempos remotos en que era el río escultor.




Tras el almuerzo y la visita a los lugares más emblemáticos del pueblo emprendimos el camino de regreso.

Un grupo de 24 personas terminaron visitando el pintoresco pueblo de Olvera, con su impresionante Castillo y la Iglesia de la Encarnación, que en lo alto de una mole rocosa actúan como dos vigilantes del territorio.



Crónica: María Isabel Duarte Berrocal.
Fotos: Ana Mena y Juan Duarte.