jueves, 19 de octubre de 2023

                                           Viaje Gastronómico-Cultural a Rute

Rute es un municipio español de la provincia de CórdobaAndalucía. Contaba con 10 042 habitantes, según el padrón del INE del año 2017. Su extensión superficial es de 132,1 km² y tiene una densidad de 75,85 hab/km². Se encuentra situada a una altitud de 635  metros de altitud sobre el nivel del mar y a 94 kilómetros de la capital de provincia, Córdoba.



Fue declarado Municipio Turístico en junio de 2020, siendo del primero de la provincia de Córdoba, y tiene como Patrona a Nuestra Señora del Carmen Coronada.


En los primeros lustros del siglo xvi se configuró Rute en su actual emplazamiento, quedando abandonada desde entonces la antigua población y erigiéndose los primeros barrios de la actual en un lugar algo menos escarpado y tortuoso que el de la primitiva fortaleza. A partir de este momento comenzó la repoblación del lugar y el traslado de Rute el Viejo a su actual ubicación, que reuniría mejores condiciones debido al mal estado de conservación de la antigua fortaleza por los continuos ataques de cristianos y musulmanes.


El Rute actual se configura pues, en la primera mitad del siglo xvi con la edificación de su parroquia, ayuntamiento, el pósito y la feria, la organización de la vida local a través de unas ordenanzas municipales, el aporte de la inmigración y el crecimiento demográfico, y la puesta en cultivo de numerosas tierras con el consiguiente aumento de la producción.


En el s. XVIII, un hijo de Rute, Alfonso de Castro Hurtado y Aguayo (1732-1799), nacido en una familia hidalga, ingresó en el Ejército, alcanzando el empleo de teniente del arma de caballería. A mediados de siglo ejerció de gobernador de Sutiaba, en la Capitanía General de Guatemala. De regreso en Rute, se desposó con su sobrina Manuela Ibáñez y Castro. Al morir sin descendencia, parte de sus bienes se empleó en la construcción de un hospital que vino a reemplazar el antiguo hospital de San Sebastián.

  • Parroquia de Santa Catalina



  • Santuario de Ntra. Señora del Carmen, Patrona de Rute


  • Destilería Anís Machaquito. Muestra el proceso productivo original del Anís de Rute, inalterable desde 1860. Es la destilería en actividad más antigua de España. Visitable 365.





  • Museo del Turrón, donde podrán visitar una exposición con los útiles y procesos de fabricación de antaño, la planta de producción.






  • Museo del Mantecado, donde tendrá la oportunidad de ver multitud de monumentos y personajes famosos realizados íntegramente en azúcar.






  • Belén de chocolate: Abierto en los meses de octubre, noviembre y diciembre, es uno de los belenes realizados exclusivamente con chocolate puro y chocolate con leche.




  • Museo del jamón.




  • Jornada muy intensa la disfrutada el pasado 15 de octubre de 2023. En la que degustamos los productos típicos de Rute, con visitas a sus fábricas y museos temáticos, sin olvidarnos del toque cultural que forma parte del ADN de Harca. Estas actividades suelen convocar a un gran número de personas. En esta ocasión fuimos 47 personas, entre socios y amigos que quisieron acompañarnos. Hay que mostrar nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Ardales, por ponernos el autobús y seguir apoyando a las asociaciones de nuestro pueblo. También a Luís, nuestro guía, que cumplió con creces el reto de cumplir con una agenda tan apretada. A los encargados y empleados de las distintas fábricas que visitamos, por su buena disposición y amabilidad.
  • ..y cómo no, a todos vosotros que con vuestra presencia e implicación en este proyecto lo hacéis posible y por aguantar a veces al viejo cascarrabias en el que me estoy convirtiendo.
  • Crónica de Juan Duarte Berrocal, con información extraída de la Wikipedia
  • Fotos: Juan Duarte.

     





domingo, 8 de octubre de 2023



                                       CONFERENCIA MUSICAL : ÑU (LA LEYENDA DEL JUGLAR)

 


Buenas tardes y sed bienvenidos.

Al programar este evento tan singular, en el sentido de que es una vía que nunca habíamos explorado en Harca, soy consciente del riesgo que asumo al plantearos este reto, ya que pretendo sacaros de vuestra zona de confort musical, para adentrarnos en un territorio, que quizás sea desconocido para muchos y en donde no nos vamos a encontrar con margaritas que sueñan con ser romero, amapolas que escapan de entre los trigos o pinos en el coto que lloran esperando a las carretas. Sin duda nuestro pasos van a ir encaminados por campos yelmos, ciénagas oscuras en medio de una espesa bruma y en donde no será difícil toparnos con caballeros medievales, princesas secuestradas en su castillo, juglares desafiantes, trovadores irreverentes, brujas, hadas o carrozas negras con la dama que nos arrastra con sus cabellos largos y que con su mirada de hechizo nos invita a cabalgar hacia sus labios y robarle el velo negro. En el fondo de este universo aparece un nombre: ÑU.

 ¿y que se oculta detrás de esta referencia de antílope africano?, Un grupo, y si actuamos con justicia hay que personificarlo en la figura de José Carlos Molina Nieto, uno de sus fundadores, líder y “alma mater” de este extraño caso de supervivencia en el agitado panorama de la música en español.



Nace José Carlos, un día de mayo de 1955 en Madrid. Veinte después Ñu es una realidad y en 1978 aparece su primer álbum con seis canciones que mostraban nitidamente por donde iban a ir los derroteros de la banda, con la flauta como seña de identidad y que marcaría el peculiar estilo de composición que le ha caracterizado a lo largo de su larga trayectoria hasta la actualidad, en la que ha firmado más de 150 canciones de una variedad incuestionable, por lo que se hace difícil encasillarlo. Aunque si hubiera que ponerle una etiqueta, la mejor que la define sería la de folk-metal, aunque José Carlos es un músico muy versátil, que nunca se ha dejado arrastrar por las tendencias imperantes y en este aspecto siempre ha sido muy honesto consigo mismo y con todo los que le seguimos. En Ñu no hay trampa, ni cartón. Sabemos que en sus discos nos podemos encontrar temas de inspiración netamente metalera, pasando por guiños a la música clásica, rock, blues, un bolero o melodías que nos retraen al medievo, baladas heavys y sin ningún género de dudas: el folk-metal donde bebió en la fuente de inspiración de Jethero Tull, la banda inglesa, antecesora del género, y a su vez Ñu fue el precursor para grupos españoles que aparecieron después cómo Mago de Oz, Saurom, Celtia o Celtas Cortos por citar a algunos.

José Carlos Molina nunca ha sido un portento de voz, pero hay que reconocer que a sus 68 años y cerca ya de cumplir el medio siglo en la carretera aún es capaz de ofrecer encima de los escenarios un espectáculo muy digno.

La primera vez que escuché a Ñu fue en el año 1975 en un programa de televisión española; A Todo Ritmo, presentado por el recientemente fallecido: José Domingo Castaño. La imagen que conservé fue la de un greñudo blandiendo una flauta y moviéndose convulsivamente. Pero algo tenía aquel grupo, que me dejó la sensación de que era algo muy diferente de lo que se estaba haciendo en nuestro país.



Hay que dar un salto en el tiempo hasta 1980. Fue en este año cuando Ñu publicó su segundo LP bajo el titulo de; A Golpe de Látigo y en este trabajo hay una canción que resultaría ser un icono; el Flautista. Pero la definitiva consagración de mi idilio con Ñu fue a partir del año 1983, cuando en el Discoplay, que era el boletín musical donde comprábamos los discos apareció “Fuego”. Sin haber oído ninguna canción y sin ninguna referencia lo compre en formato cassete - entonces no tenia tocadiscos-, ¡que gran descubrimiento! Sin duda el disco más emblemático del grupo. Ni uno de sus 9 temas tiene desperdicio. Una autentica joya, hasta el punto de que Paco Ortíz -tan clásico él en sus gustos musicales- se tuvo que rendir ante la evidencia, quedando atrapado por el sonido susurrante de la flauta, el arpegio de piano y las afiladas guitarras. Pero Ñu no solo era música de calidad, las letras de algunas de sus canciones son poesía en su estado más sublime, que hay que interpretar entre lineas, en medio de una maraña de metáforas y mensajes subliminales. Este disco lo machacamos cientos de veces en aquel tiempo que navegábamos a la deriva por mares de desolación, golpeados por las tempestades del desamor.



La galopada de Ñu siguió en la vorágine del tiempo y del espacio en un loco carrusel de luces y sombras, de éxitos y de fracasos, que se pueden condensar en lo que ha sido su obra en este casi medio siglo de existencia: 22 álbumes de estudio, 3 en directo y 2 en solitario. Cientos de actuaciones a lo largo y ancho de nuestra piel de toro, dan testimonio de que José Carlos Molina es un músico a temporal, que ha demostrado su infinita capacidad de resistencia y que no ha dudado en batirse contra todas las dificultades, trampas y zancadillas que le han puesto a lo largo del tortuoso camino que ha recorrido hasta llegar hasta aquí. Nunca ha sido Ñu, ni lo será un grupo de grandes éxitos, ni de ventas millonarias, más bien todo lo contrario. En este singular universo se ha tenido que tirar de manual de supervivencia. Siendo un rosario de más de 70 músicos los que han pasado por las distintas formaciones, lo que lo ha convertido en una auténtica escuela para todos ellos. - Un caso único y difícil de desentrañar, que demuestra de que la música cuando es una pasión supera al negocio y lo meramente comercial. Entonces ¿que misterio se esconde tras la leyenda de este juglar? Yo no lo sé, solo os puedo invitar a que le prestéis un momento de serena atención y os adentréis en la corte este mágico reino que hasta ahora ha sido un lugar para unos pocos, que hemos tenido la satisfacción y el privilegio de descubrirlo y de degustar su esencia más genuina. Gracias y por siempre Ñu.



Aquí está el texto integro de mi intervención , para que lo puedan leer las personas interesadas ya que por limitada voz tal vez no se pudo entender bien lo que quise plasmar.

Cómo ya dije, era plenamente consciente del riesgo que estaba dispuesto a asumir y la realidad así lo ha confirmado. Me ha quedado la sensación de que no ha calado todo lo que quería trasmitir, ¡pero bueno! no quiero seguir ahondando en el tema y me voy a quedar con lo positivo y la lección de esta experiencia. Todo este evento lo he preparado con mucha ilusión porque quería compartir con vosotros una de mis pasiones; la música, que yo la vivo como un sentimiento. 

A nuestro amigo Paco Ortíz por colaborar conmigo en esta disparatada idea, que es una más de las muchas que hemos compartido.

A nuestro amigo de Harca José Manuel Becerra por algunas de las fotos que ilustran esta crónica.
A Mariangeles, por plasmar algunas de estas fotos en las que refleja su alma de artista.
Y ¡cómo no!, a todos vosotros que hacéis posible que Harca se mantenga de pié.


A esta actividad han asistido 27 personas.

Texto: Juan Duarte Berrocal

Fotos: José Manuel Becerra y Mariangeles Vera.