domingo, 28 de abril de 2013

CRONICA Y FOTOS SUBIDA AL CASTILLO TURON




CRÓNICA DE LA VISITA AL CASTILLO DE TURÓN

Es primavera, en HARCA aprovechamos la temporada del año más idónea para las excursiones y caminatas.
            Hemos tenido la suerte, en esta ocasión, de hacer una salida al campo, con un día soleado, estupendo, con un grupo de amigos excepcional, incluyendo la siempre alegre presencia de varios zagales y por supuesto, de alguna vecina que se ha unido al grupo a última hora. Pero hemos tenido la suerte, decía, de contar con la dirección de nuestro entrañable amigo e incansable (o no sé si decir insaciable) cronista, Don Francisco Ortiz Lozano, quien, ya desde primera hora y a lo largo de todo el recorrido hasta el castillo de Turón, nuestro destino de hoy, nos va relatando hechos curiosos acaecidos en torno a restos arqueológicos encontrados aquí y allá, en las cercanías del camino.
            En este ambiente apacible, manso, se hizo la caminata a pie (la que escribe, en coche) hasta nuestra valiosísima y creo que, en muchos aspectos, desconocida por nosotros, fortaleza de Turón.
            El campo estaba precioso, la excesiva lluvia de este invierno ha hecho que las hierbas y las flores sean altas y abundantes. Y cómo no, el castillo, rodeado por tanta belleza natural… no tiene palabras para ser descrito.
            Muchas veces a lo largo de mi vida lo he visitado, pero cada vez me parece la primera. Cuando voy ascendiendo hacia él, la perspectiva que ofrece, con sus torres alineadas y alzadas rectas, firmes, ascendiendo hacia el cielo, me hacen sentir que estoy ante un misterio; una gloria y grandiosidad pasadas perduran sin duda en estos muros, y ante ellos, en silencio, casi se puede oír cómo las piedras hablan.
            Una vez dentro, nuestro guía de incalculable valor, nos sumergió en la historia, allá por la época en que esta fortaleza vivió sus años de enfrentamientos, siendo un lugar limítrofe entre los reinos cristiano y nazarí, y siendo tomada hasta en cuatro ocasiones por ambos bandos. Su construcción fue en ese lugar porque servía para controlar el paso menos abrupto que atraviesa la serranía que rodea toda la Hoya de Málaga, y está construida, además, sobre una peña casi inexpugnable, que tiene impresionantes tajos por el lado que da al río; tanto es así, que por esta parte, el castillo no tiene muralla; la roca viva hacía las veces de defensa natural. Y por el otro lado, desde la entrada, que está por la Torre de la Vela o del Homenaje, hasta el extremo contrario, todo el recinto está doblemente amurallado. La muralla primera crea una doble defensa del castillo y protege a la segunda, la interior, a lo largo de la cual hay 11 torres, la primera de ellas había que atravesarla para entrar al interior del recinto, otra de ellas redonda, la penúltima, que está al final de la muralla, todavía conserva saeteras: pequeños agujeros en la muralla que servían para vigilar y disparar sin ser visto, y la última, más cerca de la torre del Homenaje o de entrada, es la torre del Alcázar.
            Dentro del recinto encontramos elementos como dos aljibes: se puede ver perfectamente el muro de construcción de estas albercas que recogían el agua encauzada por las piedras sobre las que está construido el castillo; una escalera tallada en la roca y que sube hacia el pico más alto de la peña, de 582 metros de altura; un pozo a cuyo lado hay unas muescas en la piedra, posiblemente usadas para apoyar vigas; un trozo de muralla construido sobre una parte del castillo que da hacia el río y que no es tan vertical, sino que ofrece posibilidad de ser vulnerado, por ese motivo se amuralló ese tramo; y en otro lugar del recinto hay una losa blanca que contrasta con el suelo de tierra, hierbas y piedra.
            Acompañando a toda esta descripción, siempre están las historias de los personajes que las vivieron, con nombres y apellidos, fechas y una muy buena narración de todo, de manera que uno se sitúa perfectamente en el lugar, en el tiempo e incluso también un poco, si se intenta, en la mentalidad de aquellas gentes. De esta forma, lo que puede parecer una simple excursión de domingo, se convierte en una apasionante aventura a través de los siglos y que no voy a contar aquí para así, intentar dejar el gusanillo a vosotros, lectores, y a ver si para la próxima, os animáis a acompañarnos.

Margarita Bravo Berrocal





























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Fotos: Alfonso Martinez y Margarita Bravo.

viernes, 26 de abril de 2013

**SUBIDA AL SANTO DE PIZARRA**

Foto: El Miércoles 1 de Mayo de 2013 Harca organiza una subida al Santo de Pizarra. Saldremos a las 8'30 de la mañana desde la Esquina de los Herreros en nuestros coches, y una vez en el pueblo de Pizarra, iniciaremos la subida. El recorrido total es de aproximadamente unos 12 kilómetros. Está previsto terminarlo para el mediodía por lo que cada cual eche la comida que crea necesaria. Se ruega puntualidad para evitar en lo posible la hipotética calor. Así que adelante y a encumbrar otra cima más.




El Miércoles 1 de Mayo de 2013 Harca organiza una subida al Santo de Pizarra. Saldremos a las 8'30 de la mañana desde la Esquina de los Herreros en nuestros coches, y una vez en el pueblo de Pizarra, iniciaremos la subida. El recorrido total es de aproximadamente unos 12 kilómetros. Está previsto terminarlo para el mediodía por lo que cada cual eche la comida que crea necesaria. Se ruega puntualidad para evitar en lo posible la hipotética calor. Así que adelante y a encumbrar otra cima más.

martes, 16 de abril de 2013

SENDERISMO CULTURAL AL CASTILLO TURON


SENDERISMO CULTURAL AL CASTILLO TURON.
El próximo domingo 21 de Abril de 2013 Harca organiza esta actividad en la que compartiremos historia y naturaleza. Se saldrá a las 9 de la mañana desde la Esquina de los Herreros. Habrá que echar el desayuno o un tentempié, y para la hora del almuerzo volveremos a Ardales. Una vez subamos al castillo nuestro buen amigo Paco Ortíz nos dará una conferencia acerca del papel que jugó la fortaleza de Turón en la guerra de fronteras entre Castilla y el reino nazarí de Granada y algunos apuntes de su último libro. ¡Os esperamos!.
P. D. La foto es de un ardaleño de pro: Juan Calderón Guerrero
 

lunes, 15 de abril de 2013

CRONICA DE LA RUTA CIRCULAR A ALCAPARAIN.




  Ruta circular por la Sierra de Alcaparaín.

Viene siendo tradicional para Harca, realizar una subida a la Sierra de Alcaparaín anualmente.

Después de la subida número XX, que se hizo el año pasado, la tradición ha dado otra vuelta de tuerca a la visita a la “montaña sagrada”, y nunca mejor dicho, pues este año en vez de subir (que también hemos subido, pero menos) hemos rodeado la Sierra.

La cita para esta nueva travesía, no pudo ser más acertada. A las 9 de la mañana de un domingo 7 de abril, en principio fresco y algo nublado, nos reunimos unos 47 ilusionados senderistas, mochilas al hombro y bastón en mano, en la Esquina de los Herreros,  para reagruparnos a fin de llevar cuantos menos vehículos hasta el Puerto de Málaga, lugar de inicio de este periplo.

El comienzo de esta ruta, en la balsa contra incendios ya auguraba una travesía interesante, rodeados de montaña y vegetación por doquier. No en vano, y después de un invierno gris y lluvioso como pocos, las copiosas lluvias nos han regalado un paisaje de inigualable belleza: bosques verdes y frondosos, pintando de verde la sierra de caliza gris creando un contraste de película.

El camino es sencillo y bien delimitado, de difícil pérdida, y el amplio grupo que formábamos fue disgregandose desde el principio, pues unos avanzaban más rápidos que otros, aún así, debido a la temperatura ideal, nadie iba con la lengua fuera, pues no hacía ni calor ni frio.

Conforme iba levantando el día, las nubes dieron paso a un cielo azul intenso y a una temperatura perfecta, lo que subió aún más los ánimos y el buen ambiente. Algunos iban charlando animadamente, otros observando el paisaje, una pastor alemán de nombre Laika acompañaba al grupo haciendo el recorrido como uno más y otros, con alma de cazadores-recolectores, buscaban espárragos mientras hacían el camino.  Algunos probamos por primera vez los cardos, pues Juan, navaja en mano y buen conocedor del campo, nos dio a probar este alimento que nos da el campo, que a algunos entusiasma y a otros, como a mí, nos dejó la boca un poco rara.

 Desde el lugar donde nos encontrábamos se divisa perfectamente el paisaje que caracteriza este entorno, con los embalses al frente, ahítos de agua, impresionantes y hermosos.

Subimos por Arroyo conejos hacia Puerto Martínez donde hicimos nuestra primera parada para desayunar alrededor de las 11, allí además de saciar el apetito, nos hicimos las fotos de grupo de rigor, posando primero las damas y después los caballeros.

Continuamos el camino, campo a través, o mejor dicho, bosque a través, pues atravesamos un bosque de pinar hermoso con bastantes piedras en el camino pero con unas vistas increíbles, desde lo alto del camino podía contemplarse Casarabonela al frente, muy cerquita, y hasta donde alcanzaba la vista, se veían los pueblos de Pizarra y Alora, la Maroma y hasta los picos nevados de Sierra Nevada.

Algunos ya empezaban a estar cansados, después de 4 horas de camino, cuando alrededor de las dos paramos en un lugar tranquilo y con sombra debajo de un enorme alcornoque a almorzar. El lugar para descansar provocó algún que otro debate, debido a su hermosura, y algunos debatían de si el sitio pertenecía a Carratraca o a Ardales, comentando algunos que alcornoques como el que nos cobijaba en ese momento no había en Ardales, y contestando otros, entre bromas,  que los habia pero de dos piernas……

Después de comer el camino ya era de bajada, siendo algo más liviano, aunque ya se iban notando los 20 km de recorrido que llevábamos en el cuerpo. Ya con el pueblo de Carratraca en frente, ibamos terminando el circuito circular que finalizó sobre las 4 de tarde, después de 22 km a pie por un sendero de belleza impresionante, un dia perfecto de abril como pocos.

Y otro año más, Harca visita su montaña sagrada, con un recorrido nuevo, eso sí, pero con ganas de disfrutar del paisaje privilegiado de la zona y de la compañía de nuestros amigos, como es tradición.


CRÓNICA  Montserrat Perea.
FOTOS: Juan Duarte.