lunes, 8 de abril de 2013

CRONICA Y FOTOS "CURIOSIDADES DE NUESTROS TEMPLOS 2ª PARTE



                                  CURIOSIDADES DE NUESTROS TEMPLOS. 2ª PARTE.

 
     El pasado sábado 23 de marzo, HARCA completó esta actividad, que se había quedado “coja”, pues no habíamos hecho la visita al convento. A decir verdad, el día parecía el mismo, pues hacía exactamente las mismas condiciones meteorológicas que la tarde de sábado que estuvimos en la iglesia. Y como siempre, allí estábamos, un grupo, esta vez más reducido, de unas quince personas, deseando escuchar todas las curiosidades que nuestro querido amigo, Francisco Ortiz Lozano, tenía preparadas a nuestros ávidos oídos y nuestro sediento entendimiento.

Fue el Marqués Pedro Andrés Ramírez de Guzmán el que consiguió que la Orden de Capuchinos fundara un convento en Ardales, antes incluso de fundarlo en Sevilla, con lo que se convirtió nuestro pueblo en el único de España tan pequeño y con un convento de frailes capuchinos en el municipio.     

La primera piedra de la edificación se puso en 1627 y justo tres años después se terminó la obra del templo. Durante esos tres años, seis frailes, enviados a Ardales desde un primer momento, estuvieron viviendo en unas condiciones lamentables en la ermita de Belén, pues la humedad del río y los mosquitos les hacían muy penosa la estancia. Pero, una vez terminada la capilla, los frailes pudieron venir a instalarse aquí y continuaron las obras del resto de la edificación: lo que conocemos hoy como los salones del convento, en donde estaban las celdas de los hermanos, la sala capitular, el refectorio, etc…, más las propiedades aledañas que también pertenecían al mismo recinto, una bodega subterránea y el huerto, que ocupaba toda la parte baja que llega hasta la conocida por todos como piscina de Campano.

            Habiendo sido derribada para esta nueva construcción una vieja ermita llamada de San Sebastián, se supone que pasó ese nombre de boca en boca y así se conocía popularmente el Convento, quedando desconocido para todos el nombre que se le designó en su fundación: Convento de la Soberana Emperatriz del Cielo María Santísima Reina de los Ángeles en el Misterio de su Purificación.

            Por lo demás, lo único del pueblo que tomó algo del convento fue la calle que bajaba del ayuntamiento y que, en honor al fundador de la orden (los capuchinos son franciscanos), fue llamada de San Francisco, pero más adelante se le empezó a llamar la calle de Los Carros y así la conocemos hasta hoy.

A destacar de los frailes que vivieron aquí y de los que eran naturales de Ardales, durante los doscientos años que la orden duró en el pueblo, están muchas curiosidades. La primera; podríamos decir que Ardales ha sido la localidad número uno de todo el mundo que ha dado más Provinciales a la orden y en ella fueron muy notables Fray Felipe María de Ardales, sobrino del cura que está enterrado en la iglesia, Fray Guillermo de Ardales, Fray Serafín de Ardales…

Muy conocido aquí es el Beato Fray diego José de Cádiz, que era muy famoso, muy virtuoso. Muchos enfermos lo hacían llamar en sus últimas horas para que los consolara y acompañara. Además, se le atribuye el milagro de bilocación, es decir, de estar en dos sitios a la vez, al haber ido a Álora a acompañar a una mujer que estaba muy enferma y sin embargo, en ningún momento faltó de Ardales.

Pero sin duda, el más conocido por todos es Fray Juan Bautista de Ardales, que vivió entre 1880 y 1963. Su nombre antes de entrar en la orden era Manuel Zurita Carvajal. Muchas personas de nuestro pueblo han tenido relación con él y pueden contarnos bellas y curiosas historias y anécdotas relacionadas con este entrañable ardaleño.

Otra curiosidad es la de que fue un ardaleño, Fray Jerónimo de Ardales, el que fue a confesar al General Torrijos y sus compañeros antes de ser fusilados en las playas de Málaga, en 1835.

Y hasta entonces estuvieron los monjes viviendo en el convento de Ardales, pues en ese año, la reina regente María Cristina firmó decretos de exclaustración por los que los conventos con menos de quince hermanos debían cerrarse, y pretendían que estos hombres trabajaran y fueran rentables para el estado.

Durante todo el tiempo en que la orden franciscana estuvo en nuestro convento, la familia del marqués que los hizo traer aquí, se encargó de suministrar a los monjes vino, aceite, cera y trigo.






 
 
Fotos y crónica: Margarita Bravo Berrocal.

1 comentario:

Pedro Mañas Viñas dijo...

Yo soy Pedro Mañas Viñas, vivo en Montcada i Reixac (Barcelona). Tengo 79 años y tengo muy bellos recuerdos del convento de Ardales y de Fray Juan. Fuí el hijo del comandante de puesto don Antonio Mañas. Recuerdo que entonces lo que fué convento propiamente estaba en ruinas. Para subir al coro a cantar, cuyo organista era juez de paz, teníamos que subir una escalera sin escalones y una serie de habitáculos conjuntos, todos abandonados. Poco antes de venirnos a Cataluña ya se hablaba de su reforma. Veo que al final quedó muy bonito por las fotos que veo.Me alegro porque eran dependencias abandonadas inútilmente.
Recuerdo que en una de nuestras "travesuras" de niño nos subimos a la bóveda desde donde se veía el templo (con riesgo de que se hubiera venido abajo. Dios no lo quiso.)
El mes de mayo íbamos "con flores a María. (Este mes ya toca acordarse de Nuestra Señora)
Con Don Francisco íbamos los chavales con nuestras túnicas blancas, calcetines blancos y sandalias y ayudábamos en la Santa Misa.
Total, muchas vivencias que hay para escribir un rato.
Sólo quiero desde aquí saludar a mis amigos, si viven, ardaleños: Yo soy Pedrin. (Así me conocían) Sacerdotes que conocí: Don Francisco Colchero León, que luego fué a Fuentes de Andalucia (Sevilla), Don Vicente Cera Silva (Luego rector del Seminario Menor de Sanlúcar de Barrameda) Allí estuve yo dos años. Ambos ya fallecidos (q.e.p.d.)
Hay mucho más que contar. Si alguién me recuerda puede escribirme a : filomusical@hotmail.com o uasap 626964288.