martes, 31 de enero de 2023


                                                        VISITA GUIADA AL CONVENTO

   El pasado 29 de enero de 2023, desde Harca iniciamos las actividades de este nuevo año. Entre socios e invitados logramos reunir a 30 personas, que ateridos de frío pasamos al interior del convento. En el salón que en su época fue el refectorio de los capuchinos y tras una breve presentación del que les escribe y presidente de Harca, dió comienzo la disertación de nuestro amigo Paco Ortíz. Previamente para entrar en calor se nos sirvió unas infusiones bien caliente de hierbas aromáticas preparadas por Paqui Torres. 



Esta actividad ya se había realizado en el año 2013, pero volvíamos a repetirla porque nuestra Asociación en estos diez últimos años está bastante renovada y la mayoría de los presentes no conocian las historia de nuestro convento.

Paco con su estilo ameno y conciso cómo le caracteriza empezó a cautivarnos con su verbo para trasladarnos a aquella época de hace casi cuatro siglos.


Gracias a la intervención del Marqués de Ardales don Pedro Andrés de Guzmán y con el apoyo fundamental de su tío don Diego de Guzmán, arzobispo de Sevilla, se consiguió que los frailes capuchinos, pertenecientes a la Orden Franciscana, fundaran el convento de Ardales. El convenio para construirlo se firmó el 27 de enero de 1627 y varios días más tarde llegaron a Ardales los ocho primeros frailes, que fueron alojados en la ermita de Nuestra Señora de Belén. Dado lo reducido del espacio, levantaron unas modestas celdas. Allí padecieron todas las incomodidades propias que se derivan de la cercanía del río. En mayo se iniciaron las obras del convento, sobre el solar que había ocupado la vieja ermita de San Sebastián, que fue demolida y que estaba situada en los suburbios del pueblo y cerca de la antigua vía romana que serpenteaba por Ardales en dirección Málaga. Las obras de lo que iba a ser un gran convento se terminaron el 16 de octubre de 1630. Aparte del templo, las celdas y dependencias, en los terrenos adyacentes se instaló una bodega y la huerta para cubrir las necesidades de los frailes. Al día siguiente, los Capuchinos en solemne procesión trasladaron el Santísimo desde la ermita de Belén hasta el convento, donde se procedió a bendecir el templo, el cual se dedicó a la “Soberana Emperatriz del Cielo María Santísima Reina de los Ángeles, con el título de Nuestra Señora del Socorro en el Misterio de su Purificación”. Tan largo nombre, a nivel popular quedó como el Convento de San Sebastián, pues la gente sencilla siguió llamándolo igual que la ermita derruida, permaneciendo expuesto el santo en una de sus hornacinas. 


 Ardales ha sido el pueblo del que más Provinciales de la Orden de los Capuchinos han salido. Entre los más destacados se pueden citar a fray Felipe María de Ardales, fray Guillermo de Ardales, fray Serafín de Ardales y, el más conocido de todos, fray Juan Bautista de Ardales. Otro ardaleño, fray Jerónimo de Ardales, fue el confesor del general Torrijos y sus compañeros de infortunio antes de ser fusilados en la playa de Málaga en 1835. Una Real Orden firmada por la reina regente María Cristina, ese mismo año y que se conocería como la Desamortización de Mendizábal, fue la causa de la desaparición de los Capuchinos de nuestro pueblo. En una de sus cláusulas se contemplaba que toda congregación de menos de doce frailes fueran clausuradas y subastados sus bienes. De esta forma y tras más de dos siglos, acababa la presencia en Ardales de la Orden de los Capuchinos.

A "grosso modo" esta fue la historia que nos contó Paco. Después y ya en el propio tempo iniciamos la visita guiada, aportando nuestro interlocutor nuevos y sorprendentes datos, para terminar en el coro. y Cómo broche de oro Paco nos deleitó con unos cantos gregorianos  en donde pudimos apreciar la buena acústica del lugar.



En resumen actividad cultural muy sencilla, pero impregnada con ese toque especial que en Harca solemos dar a todo lo que organizamos.

Texto y Fotos: Juan Duarte Berrocal.