El paseo fue una ruta circular, en la que empezamos a andar por el carril de los Jiménez, para desviarnos a la derecha en dirección al Llano Retamar donde se concentraba el mayor número de almendros.
Aunque en algunas de las convocatorias de actividades senderistas la afluencia ha decaído en cuánto al número de participantes. no por eso se ha perdido un ápice el encanto de disfrutar del campo y de las buenas compañías. Hay que hacer mención y agradecer a todas esas personas que perseveran y tienen un compromiso claro con Harca, ellas se han convertido en la llama que mantiene viva a nuestra asociación.
Pasado el Llano Retamar cruzamos a la izquierda para enlazar con el Aduar, y de ahí hasta coger el camino de Serrato, y empezar a bajar a Ardales.
La distancia recorrida fueron aproximadamente de unos 7 kilómetros, y tardamos algo más de tres horas. Se hizo despacio, a conciencia, para disfrutar de cada uno de los poros que nos regala la naturaleza: olores, paisajes, sol....una feria para los sentidos y pensada desde el corazón, y como siempre en buena compañía.
Crónica y Fotos Juan Duarte Berrocal.