sábado, 7 de junio de 2008
Crónica de nuestra última excursión
De plácida jornada se puede definir la que vivimos las 27 personas que acudimos a la convocatoria de Harca el pasado domingo 1 de junio.
Realmente un paseo en el sentido literal de la palabra, donde una suave brisa de poniente invitaba a la actividad senderista.
Parte del trazado transcurrió por el antiguo camino de la ermita, entre pinos, y con la manzanilla -propia del terreno- en plena floración.
En el interior de la ermita de Villaverde, Paco Ortiz volvió a deleitarnos una vez más con sus disertaciones históricas del lugar que pisábamos, que al parecer se remontaba a la época visigoda. Amenizando su charla con anécdotas, capta la atención de todos los que tenemos el gusto de escucharlo, y hace muy ameno todo cuanto explica.
El conocimiento en profundidad de nuestro entorno más cercano, gracias a estas actividades que estamos desarrollando, nos lleva a reafirmarnos en el orgullo de vivir en un término municipal de tanto y tan rico legado cultural, histórico y paisajístico.
Harca, como asociación, sigue creciendo y, poco a poco, se están sentando unas bases con un grupo de personas incondicionales que rara vez fallan. El espíritu de gran familia está calando entre sus miembros; no faltan ni los niños, ni los jóvenes, y cada vez más gente se va adhiriendo al proyecto. Se está cumpliendo así uno de los principales fines de la asociación: "estar abierta a todo el mundo, por encima de sexo, raza, creencias o ideologías".
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