sábado, 9 de mayo de 2009

CRONICA DE LA EXCURSION A LA FUENSANTA.

De jornada plácida y grata se puede calificar la que disfrutamos las 20 personas que el 3 de Mayo decidimos visitar estos parajes tan cercanos a nosotros.

En nuestros propios vehículos nos trasladamos a El Burgo a través de una carretera de montaña, sinuosa, estrecha y llena de curvas que todos conocemos. Una vez allí, y dado el perfil de los asistentes, decidimos hacer la mayor parte del recorrido en coche por una pista forestal.
Primera parada para tomar las fotos del grupo y contemplar la presa de los caños.

Algo más arriba, el nacimiento del río Turón, manantial de aguas cristalinas, al que más abajo se le van uniendo arroyos y vaguadas para formar el río que es, a su paso por El Burgo y Ardales.

Cota más alta del trayecto en el Puerto de las mujeres, (¿por qué será el nombre?).

Cruceros de piedra, tan comunes en el Camino de Santiago, en las bifurcación de vías, y la Fuensanta como lugar de descanso, comida y asueto, en donde no faltaron los relatos de anécdotas del pasado, las partidas de cartas y !hasta la carne a la braza!, gracias a los buenos oficios de Miguel Angel, Manolo, Pedro y Alfonso.























De regreso de la Fuensanta a la carretera, un grupo decidimos hacerlo andando para ejercitar algo las piernas.























Allí, la ultima propuesta: ir al mirador en donde está el monumento al Guarda Forestal. Magnificas vistas de la Sierra de las Nieves, en plena Serranía de Ronda y abajo El Burgo, con la característica faz blanca de cal de los pueblos andaluces. Ultima parada en la plaza donde está el monolito con el busto en piedra de Juan Mingolla "Pasos Largos", el ultimo bandolero andaluz y vuelta para Ardales con la sensación de haber echado un buen día.


Cronica y fotos: Juan Duarte.

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