viernes, 30 de enero de 2015

ROMANCE DE LA PLANTÁ Y LAS MIGAS DEL MAYORDOMO.

ROMANCE DE LA PLANTÁ Y LAS MIGAS DEL MAYORDOMO. 


 Para estrenar dos mil quince 
primera cita de Harca 
en el Puerto Mayordomo, 
que nombra la finca y casa, 
en las afueras de Ardales 
el domingo a la mañana. 
Conforme vamos llegando 
con escardillos y azadas, 
nos hacen pasar al fondo 
donde caldea la sala 
una angular chimenea; 



las mesas aderezadas 
de cuanto puede pedir 
rica y rústica pitanza: 
molletes, lomo, manteca 
colorá (que es colorada), 
platos con aceite virgen, 
tocino de asar, zurrapas, 
y por supuesto el café 
de cebá (por ser cebada), 
que ni quita a nadie el sueño 
ni el colesterol subraya. 







Después de desayunar 
y sin que queden migajas, 
nos saludamos afuera 
en grupos a la recacha: 
unos miraban al pueblo, 
otros al gato en la parra, 
mientras que algunos faltones 
llegaban o no llegaban. 




Al fin al cerro Malena 
por la ladera esquinada, 
con los aperos y esquejes 
al hombro, en tropa cerrada, 
arribamos a una finca 
pública y abandonada, 
donde apretaba el calor, 
y allí cada cual cavaba 
un hoyo ya y cinco luego 
que plantones cobijaran 
de higueras y de chumberas 
y otros que darán mañana 
membrillos de recia carne  
y suculentas granadas. 





Terminada la misión 
el sendero de montaña 
nos llevó a la Sierrezuela, 
en agradable escalada 
donde la vista se pierde 
y los pulmones se ensanchan. 
Dispersos en grupos varios 
emprendimos la bajada 
bordeando el hondo Arroyo 
de la Zahurda; con calma 
y disfrutando el paisaje 
volvimos hacia la casa, 
siguiendo la carretera 
que del Chorro se proclama. 






A la hora convenida 
con exactitud palmaria 
nos sentamos a las mesas 
al aire libre; callaba  
la treintena, que con vino 
más entremeses saciaba, 
en un brete, toda  hambre; 
minutos después estaban 
sirviendo una maravilla 
en el fuego aderezada: 
las más suculentas migas 
de ajo y chorizo escarchadas, 
con su huevo frito encima, 
que a un muerto resucitaran. 






Entonados de tal modo 
y al ritmo de la guitarra, 
canturreamos en firme 
el ágil himno de Harca, 
antes de ensayar las fotos 
que ponen su seña y marca 
al fondo de la piscina 
en la hermandad que reclama 
un pronto segundo encuentro. 
Y aquí el romance se acaba. 

                          Mª Isabel Duarte y 
                          Pepe Lara 



Fotos : Juan Duarte





1 comentario:

JOSE LUIS dijo...

Por si fuera interesante o de utilidad para esa Asociación o para sus afiliados, tengo publicado el blog plantararboles.blogspot.com
Un manual sencillo para que los amantes de la naturaleza podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
Salud, José Luis Sáez Sáez.