jueves, 5 de mayo de 2016

***CRONICA DEL PASEO DEL FAUNO***



CRÓNICA DEL PASEO DEL FAUNO: Tal como estaba previsto el domingo 30 de abril, Harca organizó una excepcional actividad senderista-cultural para ver al Fauno y otras cosas de nuestro rico patrimonio. A las 9 de la mañana nos encontramos 13 personas en la Esquina de los Herreros, y con esos bueyes empezamos a arar. Una hora antes había caído una ligera llovizna, que hizo que los campos ardaleños lucieran con el brillo de la primavera. Temperatura ideal para andar.Tomando la antigua carretera de Ronda, en el puente de Hierro nos echamos las primeras fotos. mientras dejábamos Ardales a nuestras espaldas.


 A la altura de la Huerta de las Parras, el río Turón bajaba manso a desembocar en el pantano, que este año está más abajo al no a ver sido un año lluvioso. Nos desviamos al llegar al lugar conocido como el "Jumaero", porque antaño los escardadores, segadores y demás peones agrícolas, que iban andando desde el pueblo a dar su jornada de trabajo en el cortijo Simón, los Polvillares u otra finca. allí solían detenerse a echar un cigarro. En el lecho del río estuvimos viendo el muro de piedra que se construyó, para desviar la corriente, y que las aguas no inundaran las huertas y casas colindantes, que existían antes de que se construyera el pantano.
Restos de una antigua alberca, de eras y muros de viejas casas, aún se pueden observar como testigos mudos de un pasado cada vez más lejano.
Antes de retomar de nuevo la carretera, estuvimos viendo uno de los pequeños y coquetos puentes, que pese al tiempo transcurrido aún siguen conservando su magnifica estética. En este tramo ya se nos habían unido dos nuevas senderistas: Villi Berrocal y su hija Marta.
El siguiente hito, y ya en el entorno del Boquerón, fue llegar a donde hay un menhir, que yace en tierra como gigante caído. Estábamos contemplando un monumento funerario de entre cuatro y cinco mil años de antigüedad,¡casi ná!.
 Cruzando el lecho seco del arroyo Alfolzo, (Adelfoso), nos adentramos en el embalse, y allí cerca de la orilla, al nivel actual, en una pequeña mole rocosa, la figura del Fauno parecía sonreírnos. El Fauno era una divinidad menor de los romanos, y estaba asociado como benefactor de la ganadería y la agricultura , de ahí que los pobladores de aquella época grabaran su figura en la piedra.
Continuamos por la ribera del pantano, viendo escombros, y muros derruidos de antiquisimas edificaciones, junto con otras más recientes.¡Caminabamos por la historia!.
En este punto se agregó al grupo don Juan el maestro, por lo que se alcanzó la cifra de participantes de dieciséis. Antes de retornar a Ardales, nos adentramos en la Raja del Boquerón, cañón de caprichosas formas en donde existe un viejo pilar, que Harca algún día saneará.
 Ya de vuelta, un pequeño grupo nos desviamos, y llegamos a lo que era el cortijo Simón. Sin tejados, y con algunas paredes de bloques levantadas, quedó paralizada la obra, cuando el proyecto de construcción de un hotel y un campo de golf no siguió adelante.  De nuevo retomamos nuestros pasos por la carretera, cuando ya el sol de mediodía empezaba a calentar y Ardales nos esperaba con su blanca palidez y el aún verde de sus campos..                                



Esta actividad excepcional, que no estaba en la programación de Harca, se ha organizado porque el grabado del Fauno, solo se puede ver cuando las aguas del pantano bajan a cierto nivel, lo que sucede cada cierto número de años.
El Fauno al estar expuesto a la erosión y el desgaste del agua, y ahora a la plaga de los mejillones cebras, que han hecho de su contorno un hábitat perfecto para adherirse, hacen que el Fauno se vaya deteriorando cada vez más. ¿Que se puede hacer para salvar tan genuina figura del patrimonio ardaleño? Crónica y Fotos: Juan Duarte?




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