martes, 8 de octubre de 2019

**CRONICA DE LA VISITA AL RASTRO DE FUENGIROLA**

 El pasado sábado 28 de septiembre Harca organizó un viaje a Fuengirola en plan recreativo con el objetivo de hacer un paréntesis en los que hemos realizado con carácter meramente cultural .
 Se contrató un autobús, y entre los socios y las personas que quisieron acompañarnos sumamos un total de cuarenta y tres. Curiosamente a estas alturas del calendario, a medida que no íbamos acercando a la costa, una densa niebla nos cubría. En una hora llegamos al punto acordado con Antonio Duarte, que nos iba a servir como Cicerone. Y allí, y una vez efectuados los saludos de rigor, nos adentramos en la ciudad costasoleña. Aparcado el autobús. Lo primero al ponernos en marcha siguiendo las indicaciones de Antonio fue a que nos indicara donde desayunar.

 ....Y cada uno siguiendo su propio criterio se fue a donde quiso. Alimentado el cuerpo, nos pusimos en marcha para ir a visitar el rastro de Fuengirola, que es el mayor en cuánto al número de puestos (400), que existe en la Costa del Sol.
 A la entrada, nos echamos la foto oficial del grupo.El lugar del rastro es el recinto ferial, que también se usa para otros acontecimientos lúdicos festivos, como la Feria internacional de los pueblos, o la de la patrona de la localidad, la Virgen del Rosario.

 Quedamos en volver a reagruparnos en el mismo punto a la una del mediodía. y nos fuimos diluyendo entre la marea de gente y puestos con miles de objetos de toda clase, tanto nuevos como de segunda mano. Allí se pueden encontrar las cosas más inverosímiles, y para los coleccionistas es un auténtico paraíso .

 Hubo algunos que les faltó tiempo para ver con detenimiento todo lo expuesto, y a otros les sobró para tomarse un refresco en los bares cercanos.

 A la hora acordada estábamos allí, algunas cargadas con lo que habían comprado y otras más ligeras de peso porque no vieron nada de interés. Vuelta en dirección al paseo marítimo para almorzar. Al pasar cerca de una imagen de la Virgen de Fátima la inmortalizamos con nuestra cámara. Antonio nos abrió un abanico de opciones para almorzar, y cada uno eligió la que consideró más conveniente..

 El resto del tiempo, hasta la salida de vuelta del autobús, cada uno lo empleó como quiso. Paseando o remojándose los pies a la orilla del mar.
 ...y como nos pillaba de paso, cuándo íbamos a la parada, nos acercamos a ver un yacimiento arqueológico de época romana, y que antaño fue una antigua fábrica de salazón, un taller de alfarería y un complejo termal . Está situado en la Finca el Secretario, en el barrio de los Boliches.

...y este fue el toque histórico, con el que pusimos el colofón a esta grata jornada recreativa. ¡Hasta la próxima! Crónica y fotos: Juan Duarte Berrocal.

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