jueves, 7 de septiembre de 2017
.VISITA A LA CUEVA DE LA PILETA.
El domingo 17 de septiembre iremos a visitar la Cueva de la Pileta. La salida será a las 9'30 de la mañana desde la Esquina de los Herreros, con nuestros coches. Hay que ir desayunados y los que no vayan a almorzar en los bares deberán echar el bocadillo. Se entra a la cueva en grupos de 25 personas como máximo. Así que tendrá en cuenta el orden de confirmación establecido. Los que tengáis pensado venir comunicarlo ya a través de esta página o en el wassahap de Harca. Y recordad que aquí el que no corre es porque vuela.
miércoles, 23 de agosto de 2017
CENA DE VERANO - CRÓNICA Y FOTOS.
El pasado 5 de agosto desde Harca hicimos la tradicional cena de verano. Aunque en los últimos años solíamos amenizar con un concierto musical en el que invitábamos a algún artista local, en esta ocasión no fue posible por problemas surgidos a última hora.
En esta ocasión se hizo en la casa de campo que tienen nuestros amigos en el paraje de la Torre.
A partir de las siete de la tarde fueron llegando los invitados, algunos de los cuales se refrescaron dándose un baño previo en la piscina, mientra otros departían animadamente a la sombra de los árboles.
Después y coincidiendo con la hora en que el sol hundía su rostro por el poniente, se dispuso la mesa y empezó el variado festín, compuesto por exquisitos platos marca de la casa Harca. Al final brindis y recuerdos para los que este año no han podido estar por diferentes circunstancias. Para continuar con la tertulia, los cantes sin complejos de Paco Ortíz, la coral femenina entonando nuestro himno de caminatas. Las anécdotas, los chistes más o menos buenos, las risas y todo ese buen ambiente presidieron las primeras horas de una noche cálida, salpicada de estrellas titilantes y con nuestra confidente y leal compañera, la luna llena regalándonos la luz de su blanca palidez.
35 fueron las personas que disfrutamos de esta maravillosa velada.
Texto: Juan Duarte Berrocal Fotos: José Manuel Pin.
En esta ocasión se hizo en la casa de campo que tienen nuestros amigos en el paraje de la Torre.

A partir de las siete de la tarde fueron llegando los invitados, algunos de los cuales se refrescaron dándose un baño previo en la piscina, mientra otros departían animadamente a la sombra de los árboles.
Después y coincidiendo con la hora en que el sol hundía su rostro por el poniente, se dispuso la mesa y empezó el variado festín, compuesto por exquisitos platos marca de la casa Harca. Al final brindis y recuerdos para los que este año no han podido estar por diferentes circunstancias. Para continuar con la tertulia, los cantes sin complejos de Paco Ortíz, la coral femenina entonando nuestro himno de caminatas. Las anécdotas, los chistes más o menos buenos, las risas y todo ese buen ambiente presidieron las primeras horas de una noche cálida, salpicada de estrellas titilantes y con nuestra confidente y leal compañera, la luna llena regalándonos la luz de su blanca palidez.
35 fueron las personas que disfrutamos de esta maravillosa velada.
Texto: Juan Duarte Berrocal Fotos: José Manuel Pin.
sábado, 29 de julio de 2017
**CENA DE VERANO**
El próximo sábado 5 de agosto de 2017 Harca organiza la tradicional cena de verano. Este año se hará en la casa de Pedro en la Torre, a partir de las ocho de la tarde. Las personas que lo deseen podrán ir andando o en coche y no hay una hora de salida establecida. A través del Wapssap nos pondremos de acuerdo en lo que cada uno va a llevar. La bebida corre a cuenta de Harca. Si hay alguna persona que desee asistir que no sea socia de Harca deberá aportar 10 euros. Así que os esperamos para compartir comida, tertulia, risas , amistad y ¡como no! acompañados de la luna llena.
viernes, 21 de julio de 2017
CRÓNICA DE LA RUTA NOCTURNA A LA FUENTE DEL COLEGIAL.
A la convocatoria que hizo Harca el pasado sábado 15 de julio asistieron 36 personas, lo que da idea de la buena acogida que normalmente tienen las actividades de Harca, a las que se suelen unir personas que no pertenecen a la Asociación, atraídas por el buen ambiente del que se hace gala.
Salimos con nuestros coches desde la Esquina de los Herreros con el sol a punto de sepultarse bajo el horizonte. El punto de destino era la alberca del Capellán, situada junto a la carretera de El Burgo, lugar desde donde partía la ruta senderista. Con las penumbras de la noche cada vez más profundas iniciamos la marcha, por el carril de la sierra, que en sus primeros tramos eran ascendentes. La temperatura a esa hora seguía siendo cálida, y eso se notaba en los rostros sudorosos de los caminantes. El carril tenía dos desvíos a la izquierda. El primero conducía a los apartamentos rurales Arcos del Capellán, y el segundo que era el nuestro nos llevaba bordeando la sierra de Alcaparaín a la fuente del Colegial, que hace tres años encauzaron sus aguas y construyeron un bonito pilar de piedra que sirve como abrevadero para el ganado y los animales silvestres.
Una vez allí nos reagrupamos todos y estuvimos refrescándonos en sus aguas, aunque el caudal que mana este año es escaso debido a lo poco que llueve en los últimos tiempos.Como a algunas personas se les hizo corto el sendero, se dio la opción de que los que quisieran continuaran andando algo más, porque esta era una ruta a la carta. A la vuelta y ya otra vez todos juntos apagamos las linternas y nos impusimos el silencio para escuchar los sonidos de la noche que eran los del murmullo del agua al caer y de un ave que emitía su canto con una armónica cadencia, por lo demás: nada, y a la vez todo, ya que en medio de aquel paraje rodeado de pinos, oliendo a salvia, romero, mentrasto y otras plantas aromáticas y el techo del cielo cubierto en su totalidad por las estrellas del estío, no nos quedó más remedio que pensar que en este aspecto somos unos privilegiados de vivir en un lugar en donde fundirse con la naturaleza es tan fácil. Llenos de satisfacción por la experiencia vivida retomamos el camino de vuelta a casa, con la sensación de que una vez más en Harca se hacen majestuosas las cosas más sencillas de la vida, y eso es motivo para congratularnos todos.
Crónica y fotos: Juan Duarte Berrocal.
Salimos con nuestros coches desde la Esquina de los Herreros con el sol a punto de sepultarse bajo el horizonte. El punto de destino era la alberca del Capellán, situada junto a la carretera de El Burgo, lugar desde donde partía la ruta senderista. Con las penumbras de la noche cada vez más profundas iniciamos la marcha, por el carril de la sierra, que en sus primeros tramos eran ascendentes. La temperatura a esa hora seguía siendo cálida, y eso se notaba en los rostros sudorosos de los caminantes. El carril tenía dos desvíos a la izquierda. El primero conducía a los apartamentos rurales Arcos del Capellán, y el segundo que era el nuestro nos llevaba bordeando la sierra de Alcaparaín a la fuente del Colegial, que hace tres años encauzaron sus aguas y construyeron un bonito pilar de piedra que sirve como abrevadero para el ganado y los animales silvestres.
Una vez allí nos reagrupamos todos y estuvimos refrescándonos en sus aguas, aunque el caudal que mana este año es escaso debido a lo poco que llueve en los últimos tiempos.Como a algunas personas se les hizo corto el sendero, se dio la opción de que los que quisieran continuaran andando algo más, porque esta era una ruta a la carta. A la vuelta y ya otra vez todos juntos apagamos las linternas y nos impusimos el silencio para escuchar los sonidos de la noche que eran los del murmullo del agua al caer y de un ave que emitía su canto con una armónica cadencia, por lo demás: nada, y a la vez todo, ya que en medio de aquel paraje rodeado de pinos, oliendo a salvia, romero, mentrasto y otras plantas aromáticas y el techo del cielo cubierto en su totalidad por las estrellas del estío, no nos quedó más remedio que pensar que en este aspecto somos unos privilegiados de vivir en un lugar en donde fundirse con la naturaleza es tan fácil. Llenos de satisfacción por la experiencia vivida retomamos el camino de vuelta a casa, con la sensación de que una vez más en Harca se hacen majestuosas las cosas más sencillas de la vida, y eso es motivo para congratularnos todos.
Crónica y fotos: Juan Duarte Berrocal.
martes, 11 de julio de 2017
.RUTA NOCTURNA A LA FUENTE DEL COLEGIAL.
El próximo sábado 15 de julio Harca organiza una ruta nocturna a la fuente del Colegial. Saldremos en nuestros coches desde la Esquina de los Herreros, a las 9´30 de la noche. Se recomienda ir cenado, llevar agua,linternas, algo de fruta o lo que cada cual estimo oportuno. El recorrido transcurre por un carril que va bordeando la sierra de Alcaparain, y lo vamos a iniciar desde el Capellán. Es un sendero relativamente cómodo, pero para hacerlo asequible al mayor número de personas lo hemos diseñado a la carta. Esto quiere decir que cada uno va a andar lo que desee, ya que como hay que regresar por el mismo sendero, los que quieran volverse antes lo pueden hacer y esperar al resto en la Fuente del Colegial, donde habrá una sorpresa incluida. Sería conveniente que los que vayan a participar lo dijeran con antelación y si van a llevar su coche.¡Os esperamos para experimentar una noche de senderismo en la sierra, de estrellas fugaces y de algo más!.
BAÑO EN EL CHARCO LA OLLA- CRÓNICA.
Un año más, y coincidiendo con el comienzo del verano, desde Harca organizamos el baño en el Charco la Olla. Una actividad que invariablemente forma parte del calendario de nuestra Asociación. Y aunque el formato es el mismo, en cada ocasión las sensaciones son diferentes siempre. Los participantes cambian de un año para otro y se suelen agregar personas que no son de Harca, y que así tienen la posibilidad de conocernos. A las 7 de la tarde del 1 de julio nos citamos en la Esquina de los Herreros. Con el sol en todo lo alto del horizonte, pero acompañado de un viento de levante que venía fresco, iniciamos la caminata lo que hizo que fuera más grata..Entre fotos,conversaciones y contemplaciones del árido paisaje del verano a través del carril del Molino de Enmedio, nos adentramos en la ribera del río Turón, tras haber cruzado el lecho seco del arroyo de los Majadales.
Practicamente casi sin darnos cuenta, (no son más de 2 kms.), nos dimos de bruces con el mítico Charco, que a estas alturas tiene aún un buen caudal de agua que corren entre las piedras que forman un pequeño dique, alfombrado por las características plantas de río: juncias, mastuerzo, zarzas, metas acuáticas, adelfas... conformado un conglomerado de colores y olores. Invariablemente, como un ley no escrita, en este punto los que piensan bañarse se desprenden de sus ropas y se adentran en el río por la chorrera, que es el lugar más asequible, mientras los que no quieren resfrescarse, ni quitarse el polvo del camino, continuan un poco más adelante, para situarse en unas grandes piedras, que como privilegiada atalaya ofrece una vista general de este lugar tan encantador y cubierto de recuerdos de tantas generaciones de ardaleños.
Este año y debido al fresco viento, fueron menos los que se atrevieron a sumergirse en sus aguas y algunos se conformaron con sumergirse solo las piernas. Aunque lo que si es cierto, que todos disfrutaron por igual.
Después de algunas fotos más, dejamos atrás el Charco y nos fuimos ribera abajo en busca del comedor donde rendir cuentas de las viandas que cada uno traía preparadas. El mantel y las sillas como siempre eran verdes, el ambientador era de aroma de mentrasto y para no variar la música de fondo que nos pusieron fue la sinfonía del croar de las ranas, acompañados de los solos de las aves nocturnas. El techo oscuro estaba orlado por multitud de puntos de luz y un cuarto creciente de luna plateada.
Aunque no nos hubiera importado que el tiempo se hubiera detenido en ese momento, había que regresar bajo la noche clara...y en lo alto las estrellas. Crónica. Juan Duarte. Fotos: Mª Angeles Vera, Mª Isabel Rúiz y Juan Duarte.
sábado, 24 de junio de 2017
BAÑO EN EL CHARCO LA OLLA.
Desde Harca inauguramos la temporada de verano, con el ya tradicional baño en el charco de la Olla. Será el sábado 1 de julio. La salida está prevista para las 7 de la tarde desde la Esquina de los Herreros. Echaremos la cena para comer a la orilla del río, cuando las estrellas empiecen a encenderse en el cielo. Esperando evocar un año más el encanto de los estíos de antaño.
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