domingo, 1 de abril de 2012

** CRONICA, XX SUBIDA A ALCAPARAIN **

La subida a Alcaparain del año 2012 estaba prevista para el sábado 24 de marzo. pero debido al mal tiempo se cambió para el sábado siguiente, día 31, visperas del domingo de ramos.Habiamos quedado a las 9 de la mañana en al esquina de los Herreros. A esa hora habíamos un grupito muy pequeño. Juan Duarte pensaba que ibamos a batir el récord en númerode caminantes, pero a las 9`30 comenzamos la subida siendo 21 personas; más Isabel Millán que se incorporó más arriba, 22 en total;con lo cual creemos que batimos el récord, pero al revés.Empezamos como siempre subiendo cuestas, !buen calentamiento!, hasta llegar al camino donde comenzamos a bajar hasta llegar al arroyo del conejo, este año con un "charquillo" de agua a diferencia de otros años atrás que "rebozaba el agua". Este año el oficiante de los bautizos fue José Campaña (Joseito) junto con Juan Duarte que renombraba las nuevas incorporaciones, entre las que estaba una familia al completo: Ángeles, Rafa (padre e hijo) y Pablo; y unos grandes hermanos, de los que sólo sé que eran de pueblo, pero se fueron a Málaga hace muchos años y que les gustaba el olor del campo.

Luego continuamos el camino hablando unos con otros de cosas de la vida, de política (pues acababan de ser las elecciones a nuestra Comunidad Autónoma), de la naturaleza, etc.; con algunas personas que sólo las ves en las excursiones de HARCA.
Llegamos al primer descanso "oficial", !qué bien!, "nuestra casa del desayuno"; donde comemos algo y descansamos un poco. Allí escuchamos otros años largas historias de Paco Ortiz y este año alguna historia de la Antigüedad contada por Juan Duarte. Se nombraron a los babilonios y al profeta Daniel, "el de los leones".

Después de esta parada sensacional, donde cayeron unas diminutas gotitas del cielo y se planteó si seguir o no, continuamos la marcha, pues parece ser que nadie quería volver. La subida a la cumbre forma parte ya de muchas vidas.
Se comentó varias veces que el día estaba mucho mejor que el sábado anterior, pues no se movía nada el aire, el tiempo estaba templado y nublado, con lo cual tampoco el sol nos abrasaba. El zig-zag no se notó como el año anterior, pues el sol hace que el sig-zag parezca más largo y sofocante.



En el pico y a la vuelta el tiempo fue diferente; nos llovió, pero también tiene su encanto; sobre todo después de tantos días esperando la ansiosa lluvia y ver las ramas de los pinos cargadas de gotitas de agua, las flores lilas del camino mojadas y la lluvia caer en esa maravilla de la creación; que es tan agradecida, pues a pesar de no haber llovido este año, el paisaje seguía siendo bello.
En el pico estuvimos el tiempo necesario de firmar y hacernos la foto. Seguía la vista impresionante y seguirá por los siglos de los siglos; !esperemos!

Comimos en el camino de vuelta y por supuesto J.J. y yo nos sentamos en el "balcón del nieto", aunque este año muy poquito tiempo; ritual para él, para mí. Allí pudimos contemplar no sólo done se une el cielo con la tierra y los dientes de la vieja, sino !EL SILENCIO! Algo que hace que la naturaleza te abrace. El silencio compartido, también necesario en este mundo lleno hasta de palabras. Decía Isaac de Nínive que muchos buscan con avidez, pero el único que encuentra es el que permanece en silencio continuo. "Si amas la verdad, sé amante del silencio". "El silencio te librará de los fantasmas de la ignorancia". "Te trae el fruto que la lengua no alcanza a describir". Hay también quien dijo que el hombre sabio, incluso cuando calla dice más que el necio cuando habla.


En la case del Guarda hicimos también una paradita, aunque sin tumbarnos en hierba verde como otros años. Nos hicimos las fotos (tradicionales ya) de mujeres y de hombres. Allí puede darme cuenta que sólo íbamos cuatro mujeres.



La última parada fue en el calvario donde pudimos contemplar la buena vista de nuestro pueblo.
Termino diciendo que la subida a Alcaparaín puede ser como caminos de nuestra vida, no todos son iguales, pero no por eso dejan de ser maravillosos y nuestros. Amemos la vida tal como se presenta cada día, con sus lados buenos y malos.

Crónica: Villi Berrocal.
Fotos: Juan Duarte.

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